¡Negar El Espíritu Santo O Negar A Jose Smith Es Lo Mismo!



Barranquilla, 12 de agosto de 2015

Como has estado mi buen amigo, desde la última vez que te escribí he estado realmente ocupado en continuas labores, por lo que se me había hecho difícil volver a regocijarme con éstas misivas, pero dado que felizmente las ocupaciones me dieron un espacio, dedico el mismo a expresarte algo que ha venido dando vueltas en mi mente. En numerosas ocasiones, los miembros de la iglesia comúnmente, sin reparos ni pelos en la lengua, llaman a los ex mormones y aquellos estudiosos y críticos de la iglesia de manera despectiva y ofensiva “hijos de perdición”, entonces, tal como me conoces, me di a la tarea de averiguar qué significa para el mormonismo dicho apelativo.

Primero que todo, necesitamos mirar quien es el “progenitor” de tales seres, y por causa del cual el ser llamado así es completamente ofensivo y despectivo, así que primero analizaremos quien o qué es Perdición para el mormonismo y luego veremos cuál es la definición de la iglesia sobre ese “título”, si se le puede llamar así, de hijos de perdición, por lo que indagando en las lumbreras del conocimiento mormón, descubrimos lo siguiente:
"PERDICIÓN.
Ver CAIN, DIABLO, HIJOS DE PERDICIÓN. Dos personas, Caín y Satanás han recibido el pavoroso nombre – título Perdición. El nombre quiere decir que no tienen esperanza de ningún tipo de salvación, que se han entregado totalmente a la iniquidad y han destruido todo sentimiento de rectitud y justicia de su pecho.
En la preexistencia ambos tenían grandes habilidades administrativas y poderes de persuasión, pero ambos eran rebeldes e inicuos en la eternidad. (D. Y C. 76:25-27; 2 Ne. 2:17-18.) Ambos se rebelaron abiertamente contra Dios teniendo un conocimiento perfecto de que ese curso era contrario a toda justicia. A Satanás se le negó un tabernáculo para su cuerpo espiritual, pero Caín obtuvo uno y como consecuencia tiene una posición de preeminencia con respecto al diablo. A Caín el Señor dijo: “Satanás desea poseerte. . . . y será hecho contigo según la voluntad de él. Y tú te enseñorearás de él. , porque desde ahora en adelante tú serás el padre de sus mentiras, serás llamado Perdición, porque también tú existías antes que el mundo.”  (Moisés 5:18-25). (Véase Doctrina Mormona pág. 558 McConkie)"
Teniendo en cuenta la anterior definición, podemos concluir con relación al personaje mencionado lo siguiente: que los hijos de perdición serían hijos de dos padres (que raro, donde he escuchado eso antes), Caín y Satanás, pero como el primero obtuvo un cuerpo, lo que le da prominencia sobre el segundo, entonces serian más hijos de Caín que de Satanás, por lo que, y como te lo demostré en una carta anterior, los hijos de perdición vendrían siendo algo así como hijos de Pie Grande. ¡Qué extraño! Pero bueno, cualquiera puede creer lo que le plazca.

Luego de analizar quién es el susodicho “perdición”, pasamos a ver quiénes son sus hijos.
"HIJOS DE PERDICIÓN. (Según McConkie)
Ver CAIN, CONDENACION, DIABLO, MUERTE. Lucifer es Perdición. Se convirtió en tal rebelión que llevó a cabo en presencia de la luz y el conocimiento. Aunque conocía a Dios y le había sido enseñada la disposición del plan de salvación, desafió al Señor y buscó coronarse a sí mismo con el poder del Señor. (Moisés 4:1-4.) De esta manera cometió el pecado imperdonable. Junto con él se rebeló una tercera parte de las huestes espirituales del cielo. Estos se convirtieron así en seguidores (o en otras palabras en hijos) de perdición. Se les negó poder tener cuerpo, fueron arrojados a la tierra y se convirtieron en el diablo y sus ángeles- una gran hueste de hijos de perdición. Los que en esta vida obtienen conocimiento de la divinidad del evangelio, conocimiento que solamente viene por revelación abiertamente, se convierten también en hijos de perdición. Su destino, después de la resurrección es ser arrojados fuera con el diablo y sus ángeles para heredar el mismo reino en un estado en el que “el gusano no muere y el fuego no se apaga.” (D. & C 76:32-49; 29:27-30; Heb. 6:4-8; 2 Ped. 2:20-22; 2 Ne. 9:1416; Doctrinas de Salvación, vol. 1, pág. 42; vol. 2, pág. 260-261.) José Smith dijo: “Todos los pecados serán perdonados con excepción del pecado contra el Espíritu Santo; porque Jesús salvará a todos menos a los hijos de perdición.” (Enseñanzas, pág. 443.) (Véase Doctrina Mormona pág. 346 McConkie)"
"HIJOS DE PERDICIÓN. (Según Joseph Fieldin Smith)
Es por esta razón que el Señor ha dicho: “Así dice el Señor concerniente a todos los que conocen mi poder y del cual han participado, y a causa del poder del diablo se han dejado vencer y niegan la verdad y desafían mi poder Estos son los hijos de perdición, de quienes digo que mejor hubiera sido para ellos no haber nacido; porque son vasos de enojo, condenados a padecer la ira de Dios con el diablo y sus ángeles en la eternidad; concerniente a los cuales he dicho que no hay perdón en este mundo ni en el venidero, habiendo negado al Espíritu Santo después de haberlo recibido, y habiendo negado al Unigénito del Padre, crucificándolo para sí mismos y exponiéndolo a vituperio.”
En armonía con esto, dijo quien escribió a los hebreos: “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndolo a vituperio.” (Véase Doctrina de Salvación Tomo I pág. 44 Joseph Fielding Smith)"
En consecuencia con las dos citas anteriores, entendemos que para llegar a ser tildados de esa forma, se debe cometer el pecado imperdonable o, dicho de otro modo, negar el Espíritu Santo. Además, no es tan fácil hacer eso, o por lo menos, las explicaciones anteriores por no ser más especificas no permiten dilucidar bien el asunto, por lo que me llevó a otro interrogante: ¿En qué consiste el pecado imperdonable y/o negar al Espíritu Santo? Continuando con mi investigación llegué a los siguientes puntos:
"UN PECADO DE MUERTE.
Pedro dijo: “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado”, y Juan lo llamó un pecado de muerte. Es un pecado de muerte porque acarrea erradicación espiritual —la segunda muerte—, por la cual a aquellos que participan de ella se les niega la presencia de Dios y son condenados a morar con el diablo y sus ángeles a través de la eternidad.
Todos los que participen de éste, el más grande de todos los pecados, se venden a Lucifer en igual forma en que lo hizo Caín. Aprenden a odiar la verdad con un odio eterno y aprenden a amar la maldad. Llegan a un estado en el que no quieren ni pueden arrepentirse. Un espíritu de asesinato llena sus corazones y, si tuviesen el poder de hacerlo, crucificarían de nuevo a nuestro Señor, lo cual virtualmente hacen al contender con su obra y al intentar destruirla y aniquilar a sus profetas."
"CUANDO PONEMOS A CRISTO EN PLENO VITUPERIO.
Antes que un hombre pueda hundirse en esta amargura de alma, primero debe conocer y comprender la verdad con una claridad tal que no dé lugar a dudas en él. El cambio de sentimiento no se produce súbitamente, sino que es consecuencia de alguna forma de transgresión, cosa que continúa acechando al alma sin arrepentimiento hasta que el Espíritu Santo se retira y entonces el hombre queda abandonado en su obscuridad espiritual. El pecado engendra pecado; la obscuridad crece hasta que el amor a la verdad se torna en odio y el amor a Dios es vencido por el malvado deseo de destruir todo lo que es justo y verdadero. En esta forma Cristo es puesto en pleno vituperio y la blasfemia es glorificada.
¡Qué felicidad es saber que en la misericordia de Dios pocos serán, comparativamente, los que participarán de esta terrible miseria y tiniebla eterna! (Véase Doctrina de Salvación Tomo I pág. 44-45 Joseph Fielding Smith)
El pecado imperdonable consiste en derramar sangre inocente o ser cómplice de ello. Todos los otros pecados serán castigados con juicios en la carne, y el espíritu será entregado a los bofetones de Satanás hasta el día del Señor Jesús. (Véase Enseñanzas pag 366)"
Basado en lo anterior, podemos ir esclareciendo un poco el panorama, entonces diríamos que para ser un hijo de perdición hay que:
  • 1 – Venderse a Satanás como lo hizo Caín (asesinando por lucro, como cree el mormonismo)
  • 2 – Odiar la verdad (mormona) y amar la maldad (todo lo que no es mormón).
  • 3 – Crucificar de nuevo a Cristo al contender con “su” obra (o sea el mormonismo) y querer aniquilar a sus profetas (y ya se empieza a dilucidar el verdadero meollo del asunto)
  • 4 – Antes debió conocer la verdad sin lugar a dudas (lo que excluiría a todo aquel que duda de cosas como que Smith tradujo el libro de Abraham de un texto real y que un ángel lo obligó a tomar cantidades desproporcionadas de mujeres, y cosas así por el estilo, o sea, cualquier libre pensador)
  • 5 – Transformarse de fiel enceguecido en algo que ellos llaman “amargado de alma” por alguna transgresión.
  • 6 – Derramar sangre inocente o ser cómplice de ello.

Analizando todo esto, veo que podemos resumirlo en un solo ítem, que para cometer el “pecado imperdonable” solamente debemos NO creer en el mormonismo y su conjunto de inventos, pues “venderse a Satanás, odiar la verdad mormona, conocer la historia y doctrina mormonas y no aceptarlas como verdaderas, dejar de ser un fiel y sumiso seguidor y consentir en “derramar la sangre de los inocentes profetas (y obviamente esto último es solo un intento de darle un toque malévolo a los críticos a través de un sofisma de distracción)”, se puede resumir en ser un apóstata o anti- mormón, lo que para la iglesia es alguien que los persigue y atormenta, aunque dicha persecución no sea más que demostrar con hechos históricos que son mentirosos como organización. Y para cerrar con broche de oro, y demostrar que el ir en contra de Smith, y su delirio de ser infalible y perseguido por ser el profeta más importante de la historia humana y el que más hizo por la salvación del género humano, exceptuando SÓLO a Jesús, es en realidad lo que te convierte en hijo de perdición, te comparto un fragmento de sus discursos:
"El Pecado Imperdonable
El hombre no puede cometer el pecado imperdonable después de desecho su cuerpo, y hay una manera en que puede librarse. El conocimiento salva al hombre; y en el mundo de los espíritus ningún hombre alcanzará la exaltación sino por el conocimiento. Mientras un hombre no haga caso de los mandamientos, tendrá que permanecer sin salvación. Si un hombre tiene conocimiento, se puede salvar;… Cuando un hombre empieza a hacerse enemigo de esta obra, ME persigue, trata de matarme y nunca cesa de querer verter mi sangre. Entra en él el espíritu del diablo, el mismo espíritu que tuvieron los que crucificaron al Autor de la Vida, el mismo espíritu que peca contra el Espíritu Santo.
Uno no puede salvar a tales personas, no se les puede llevar al arrepentimiento; están en guerra contra uno, como el diablo, y terribles son las consecuencias. (Véase Enseñanzas pag 442- 444)"
Entonces, resumiendo, para negar el Espíritu Santo basta con contradecir a Smith en sus intentos de hacerse ver como un salvador. Lo que me hubiese ahorrado en lectura de haberlo sabido antes, pero bueno, el conocimiento, aunque sea ficción, siempre cae bien, así sea solo para no dejarse embaucar. Finalmente, se me ocurrió saber cuál es el destino, según el mormonismo de esos “hijos de Caín”, y me topé con algo interesante sobre una palabra “Gnolom” (de tantas más inventadas por Smith) que define sin definir el destino de los “Imperdonables”, observa:


"GNOLOM
Posible Gnolom
Ver GNOLAUM. José Smith usó esta palabra en su famoso sermón en el funeral de King Follet, paradescribir el castigo para los que cometen el pecado imperdonable. Al igual que “Gnolaum (Abraham 3:18)”, es alta palabra incluida en el lenguaje teológico de los Santos de los Últimos Días, y parece tener la misma raíz. El Profeta dijo: “Se ha dicho algo concerniente a que todos los hombres serán redimidos del infierno: pero yo digo que aquellos que pecan contra el Espíritu Santo no pueden ser perdonados ni en este mundo ni en el venidero: tendrán que sufrir la segunda muerte: “Los que cometen el pecado imperdonable son condenados a “Gnolom”, para morar en el infierno por los siglos de los siglos. Por haber provocado el derrame desangre en este mundo, se levantarán en esa resurrección que es semejante al lago de fuego y azufre. Algunos se levantarán para entrar en el fulgor infinito de Dios, porque Dios mora en fuegos eternos, mientras que otros resucitarán a la condenación de su propia inmundicia, que es un tormento tan intenso como el lago de fuego y azufre.” (Véase Enseñanzas, pág. 448. Y Doctrina Mormona pág. 322 McConkie)"
De ésta forma, Smith lanza una palabra suelta en un idioma imaginario como muchas otras veces lo hizo (Cumomes, Curelomes, Adan-Ondi-Amhan, etc…) para “describir” el destino de aquellos que se atrevan a contradecirlo, entonces, debemos temer por que si decimos algo contrario a lo que el mormonismo enseña, como que los negros son malditos hasta que un profeta mormón dijo que ya no más, entonces nuestra condena es “Gnolom”, Ah claro, pero ¿Qué es Gnolom? Olvídenlo, quien sabe que tenía en mente José, tal vez ser desorganizados en las partículas que Smith llamó “inteligencias” para ir a una ronda de creación nueva con un nuevo “dios” a la cabeza, no sé, quizá uno de los actuales miembros que nos insulta y que para entonces ya sea un ser “exaltado”, tal como lo manifestaba Skousen en sus discursos, o quien sabe que otra cosa. En fin, Smith también dijo que solo a los hijos de perdición se les revelaría su destino, lo cual me hace preguntarme, ¿siendo que José dijo que dicho destino era Gnolom, entonces a él se le reveló, lo cual lo hace un hijo de perdición? Qué raro.

Como ves mi buen amigo, éstas y muchas otras cosas relacionadas al mormonismo nos dejan anonadados si las estudiamos a fondo, pues para una mente libre, tales absurdos son inconcebibles. Te invito a continuar en ésta hermosa labor de disipar la ignorancia y el error de aceptar ciegamente las creencias que se nos imponen sin si quiera sopesarlas, meditarlas y razonarlas a la luz de los hechos reales, sigue disfrutando de la libertad que nos da el conocimiento y la facultad de ser nosotros mismos que éste nos trae, pues recuerda

No hay posesión más valiosa que la libertad, no hay bien más preciado que el poder ser y actuar bajo nuestra propia conciencia, vivir es ser libre, si pierdes la libertad, aunque sigas vivo, ya moriste.


Atentamente.

2 comentarios:

  1. Para alguien que leyó mucho, entendiste poco. ¿Sos o fuiste miembro de la Iglesia?

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