jueves, 18 de febrero de 2016

Los Artículos de Fe, Desenmascarando la Secta - Nº 13



Artículo de fe final del mormonismo, una opinión sobre el tema que podría dar luces al lector sobre la realidad de la secta, que al igual que un médico fumador, predica y no aplica.

LOS ARTÍCULOS DE FE DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS
Véase History of the Church (Historia de la Iglesia), 4:535–541.
13 Creemos en ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos y en hacer el bien a todos los hombres; en verdad, podemos decir que seguimos la admonición de Pablo: Todo lo creemos, todo lo esperamos; hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas. Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos.


Toda esta perorata que se conoce como el artículo de fe número 13 es la representación más grande, desde mi punto de vista, de la hipocresía y de la farsa del mormonismo como organización.

Ahora bien, espero ser bien entendido en mi afirmación anterior, pues sé que es muy cierto que dentro de la secta hay muchísima gente que cumple de forma cabal con todos estos principios y han adherido a sus vidas muchas de las virtudes aquí mencionadas para con su prójimo y para con su deidad. Es por eso que mi afirmación, así como todas mis opiniones, va dirigida a la secta como entidad y a los líderes supremos de la misma, que a través de su historia y prácticas han demostrado que no aplican lo que predican. Analicemos algunos aspectos:

Honradez, honestidad y veracidad:
Dice la Guía para el estudio de las Escrituras del mormonismo: "Tener honestidad es ser sincero, verídico y sin engaño".[1] Pero, ¿cumple la secta con lo que predica? veamos unos ejemplos:
"Los historiadores mormones son amenazados y algunas veces excomulgados si publican una historia objetiva en lugar de una versión que promueva la fe (si son empleados de la iglesia). Packer, citado antes, se refería a las historias del mormonismo objetivas como “gérmenes de enfermedad”. La mayoría de los historiadores éticos, contrario a éste, consideran que las historias deliberadamente inexactas son los gérmenes de enfermedad." [2]
Además, la iglesia suprimió información que consideraba dañina, en la que una autoridad general, considerado como el mayor experto de la Iglesia sobre el Libro de Mormón, admitió que José Smith tenía los recursos, la imaginación y la habilidad para ser el autor del Libro de Mormón. 

Brigham H. Roberts (1857-1933), una Autoridad General mormona (Cuórum de los Setenta) dudó que el Libro de Mormón fuera una traducción de escrituras antiguas después de investigar cuestiones problemáticas. El Élder Roberts descubrió evidencia extensa de que José Smith tomó prestados la trama principal y muchos detalles de otros libros. Esta evidencia –suprimida durante mucho tiempo, ya que se consideraba nociva para la Iglesia Mormona –es presentada con detalle en tres ensayos de Roberts, publicados ahora como Studies of the Book of Mormon (Salt Lake City: Signature Books, 1992).

Algunas observaciones de la obra de B.H. Roberts:

"Se ha señalado en estas páginas que hay muchas cosas en el libro anterior [View of the Hebrews de Ethan Smith] que bien podían haber sugerido muchas cosas importantes en el otro [El Libro de Mormón]. No solo unas pocas cosas, una o dos, o media docena, sino muchas; y es este hecho de muchas similitudes y la fuerza acumulativa de ellas que las hace tan grave amenaza para la historia de José Smith del origen del Libro de Mormón… El material en el libro de Ethan Smith es de un carácter y cantidad para hacer un proyecto fundamental para el Libro de Mormón." [3]
"¿…estaba José Smith poseído de una imaginación vívida y suficientemente creativa como para producir una obra como el Libro de Mormón, de tales materiales como se han indicado en los capítulos anteriores …? Se concede que tal poder e imaginación tendría que ser de un orden superior; que José Smith poseía tal don de mente, no puede haber duda." [4]

[Roberts citó la historia de José, de la madre de J. Smith] "Durante nuestras conversaciones nocturnas, José ocasionalmente nos da algunos de los recitales más divertidos que se pudiera imaginar. Él describe los antiguos habitantes de este continente, su vestimenta, el modo de viajar, y los animales sobre los que montaban, sus ciudades, sus edificios, con todos sus detalles, su modo de hacer la guerra, y también su culto religioso. Esto lo hace con gran soltura, aparentemente, como si hubiera pasado toda su vida entre ellos" [5]. [José Smith recitaba las escenas mucho antes de afirmar que existían las planchas de oro con la misma “historia” de América.]
"[Roberts concluye] Estos recitales nocturnos no podían venir de ninguna otra fuente que la vívida y constructiva imaginación de José Smith, un extraordinario poder que le ayudó durante toda su vida. Era tan fuerte y variada como la de Shakespeare y no más de tenerse en cuenta que la del Bardo Inglés." [6]
Sabiendo todo esto me pregunto: ¿por que la secta ocultó esta información a la membrecía común?¿por que no ser honestos y verídicos al formar en la mente de los adeptos la imagen idílica de José y describirlo tal y como era, un hombre con una gran imaginación?¿por que no mostrar a los miembros las increíbles similitudes que Roberts encontró entre el Libro de Mormón y Vista de los Hebreos? Éstas y muchos otros cuestionamientos tal vez se queden sin respuesta, pero cualquier mente libre sabe cuales son las obvias razones que llevan a los líderes de la secta a no ser honestos, honrados ni verídicos.   

Castidad y virtud:
Ésto predica el mormonismo en sus libros sobre estos dos temas: "la pureza sexual del hombre y de la mujer. Integridad y excelencia moral, poder y fuerza (Lucas 8:46); castidad o pureza sexual (Moroni 9:9)". [7]

En el transcurso del cambiante mundo doctrinal mormón se ha dejado claro que las andanzas de José Smith, Brigham Young y otros líderes prominentes de la secta en nada se parecen a la definición de castidad y virtud que la misma profesa. Sabemos que éstos tomaron cantidades descomunales de "esposas" (aunque no eran esposas realmente pues no tenían el aval legal ni la convivencia normal conyugal, lo que supondría una razón netamente sexual y lasciva para la poligamia y poliandria), muchas de ellas menores de edad y muchas otras ya casadas con otros hombres.

La Iglesia mormona dirigida por José Smith canonizó la monogamia como el arreglo matrimonial de Dios, y entonces hizo un cambio radical de opinión, adoptando la poligamia como el modelo de matrimonio recomendado por Dios (Monogamia DyC 42:22-24 y Poligamia 132). Los rumores sobre el amorío con Fanny Alger y los rumores de otro amorío con Vienna Jacques, llevaron al desarrollo de un “Artículo sobre el Matrimonio” en 1835, para convencer a miembros y no miembros también que los mormones eran tan cristianos como los demás, y no se involucraban en abominaciones como la poligamia. 

Los líderes mormones lo presentaron a la asamblea general de la iglesia en el 17 de agosto de 1835 y el artículo fue canonizado como escritura y puesto en Doctrina y Convenios, donde permaneció hasta 1876. Reconocía que la iglesia [José Smith] había sido “reprochada con el crimen de la fornicación y la poligamia” y declaraba que “creemos, que un hombre debe tener una esposa; y una mujer nada más que un esposo…[8] La interrogante surge de nuevo. ¿Cuál de las revelaciones de José fue “inspirada”, la que recomienda la monogamia o la que recomienda la poligamia?


Ahora bien, contrario a la tradicional afirmación de la secta, que la primera esposa tenía que dar primero su consentimiento para que su esposo tomara otra esposa, Emma Smith era ignorante de casi todos los “matrimonios” de José con otras mujeres. Eliza Snow, secretaria de Emma en la organización de la Sociedad de Socorro, como también Sara Cleveland, consejera de Emma, que estaba casada legalmente con John Cleveland, estaban casadas secretamente con José, y Emma no sabía nada acerca de los matrimonios. De acuerdo a Newell y Avery, “Vivir como esposa secreta del esposo de la amiga demanda evasión, subterfugio, y engaño.[9]

Además de esto, José Smith también se casó secretamente con Sarah Ann Whitney, de 17 años, en agosto de 1842, sin el conocimiento o consentimiento de Emma. No teniendo intención de confesar su conducta a Emma, escribió a los padres de ella, quienes aprobaron el matrimonio, “La única cosa por la que deben tener cuidado es estar enterado cuando Emma llegue, entonces no se puede estar seguro, pero cuando ella no está aquí, hay perfecta seguridad… Queme esta carta tan pronto como la lea.[10]

Ante el claro ocultamiento de Smith a su esposa, no podemos creer que solo pretendía dar un paseo por la campiña con sus "esposas espirituales", sino que debemos aceptar que el susodicho, y todos aquellos que siguieron el juego de Smith y le imitaron y prolongaron sus prácticas, obtenían satisfacciones carnales y/o sexuales por sus acciones, por lo que la presunción mormona de principios de virtud, castidad e integridad en sus prédicas, palidece ante la realidad de sus prácticas.

Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos:
Tal vez ésta sea la afirmación que más se ajuste a la realidad de la secta, pues todos estos principios no son más que una simple aspiración dentro de la misma, ya que, como demostramos, la realidad es elocuente a la hora de identificarla en sus verdaderas prácticas.

 Creo que sería noble aspirar a este tipo de cosas para cualquier institución o individuo debido que ésto podría traer beneficios para la humanidad en general, sin embargo, no se debe esto confundir con el hecho de intentar imponer lo que se piensa y entiende de manera particular como bello, virtuoso o de buena reputación a los demás, pues en la diversidad cultural que tenemos como especie, quizá lo que para algunos es bello, para otros es horrible. 

Por este motivo rechazo rotundamente el continuo esfuerzo religioso, sobre todo de las sectas destructivas, de imponer sus creencias en la sociedad de forma acérrima, donde no escatiman gastos, ni tienen miramientos morales a la hora de influir, a través de la amenaza y la coacción psicológica, para cambiar leyes y coartar libertades, como lo que se ha dicho sobre la "proposición 8" en los Estados Unidos.

Veo con preocupación que la creencia religiosa recalcitrante se siente con el derecho de formular leyes ajustadas a sus credos para regir a la sociedad a expensas de las libertades humanas individuales, de las creencias opuestas, del sentido común y de la pacificación que trae la inclusión y la igualdad, tomando como base muchas veces creencias inventadas y escritos de un pasado inconsecuente con la realidad actual. 

Tales posturas aseguran que casos como el de la financiación mormona, de alrededor de $22 millones de dólares, para el referendo revocatorio conocido como la proposición 8, que estaba claramente influido por creencias religiosas particulares y no por incentivar la libertad individual, están completamente justificados por no estar éstas en armonía con sus creencias. A aquellos que así piensan les preguntamos: ¿que dirían si los musulmanes financiaran un referendo que revocara la libertad de cultos, aboliendo sus creencias, haciéndolas ilegales y penalizadas, y obligaran a aceptar el corán como ley estatal? ¿será que les gustaría?

 Si fuera cierto que el mormonismo aspira a todo lo bello y digno de alabanza, debería empezar por aceptar las diferencias y dejar de influir en los pensamientos y acciones que les dicta la conciencia y el sentido común a sus miembros y a los no mormones.

En conclusión, está bien que crean en todas esas cosas que aseguran, pero hace falta más que creer, hay que actuar y demostrar. Tal vez nadie nunca alcance esa quimera, pero una institución que se jacta en decir que es la "única iglesia verdadera sobre la faz de la tierra", debería estar dando ejemplos de lo que dice creer y no de lo contrario.

Notas:

1 - Guía para el Estudio de las Escrituras, honestidad, honradez

2 - Ostling, Richard y Joan. Mormon America. pp. 351–370. One Nation Under Gods, Richard Abanes, p.417-419. Ver también http://mormonthink.com/grantpalmer.htmy http://www.i4m.com/think/grant_palmer.htm

3 - Studies of the Book of Mormon (Salt Lake City: Signature Books, 1992), pág. 240.

4 - Item, pág. 243.

5 -  Item, pág. 243.

6 -  Item, pág. 244.


8 - Linda King Newell y Valeen Tippets Avery, Mormon Enigma: Emma Hale Smith, Prophet’s Wife, “Elect Lady,” Polygamy’s Foe, Doubleday & Co. Garden City, NY, 1984, p. 67.

9 - Mormon Enigma, p. 119.

10 -  Mormon Enigma, p. 125.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario