viernes, 12 de febrero de 2016

Los Artículos de Fe, Desenmascarando la Secta - Nº 7



Séptimo artículo de fe analizado. Nos adentraremos en la realidad de la creencia mormona sobre las manifestaciones milagrosas.

LOS ARTÍCULOS DE FE DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS
Véase History of the Church (Historia de la Iglesia), 4:535–541.

7 Creemos en el don de lenguas, profecía, revelación, visiones, sanidades, interpretación de lenguas, etc.
Naturalmente, en cualquier congregación religiosa o pseudo religiosa encontraremos éste tipo de afirmaciones sobre sus creencias, pues no se puede afirmar creer en Cristo sin decir que no se cree en tales manifestaciones milagrosas. Sin embargo, dentro del mormonismo las tales son entendidas y aceptadas con una visión diferente a la del cristianismo tradicional.

Tal como en el asunto de la salvación, para los mormones no basta con tener fe para obtener algún beneficio de su dios, pues si desean alcanzar cualquier don de Elohim, deben trabajar de antemano para merecerlo.

Analicemos cada uno de los "dones" que los mormones enumeran en su séptimo artículo de fe para entender mejor su punto de vista.


Don de lenguas:
Como es bien sabido, dentro del cristianismo ortodoxo el don de lenguas es una manifestación milagrosa en la que un individuo puede hablar en un idioma desconocido para él de forma fluida. Para el mormonismo en cambio es algo que se obtiene a través del estudio del idioma que se desea aprender, por ejemplo: cuando los misioneros mormones salen a un país con un idioma diferente al suyo, deben estudiar su lengua en el Centro de Capacitación Misional (CCM), y luego, durante su tiempo de servicio misional, se les asigna un compañero que domine dicho idioma, lo que facilita el aprendizaje de una manera importante. Ahora bien, una vez el misionero controla el idioma, le atribuye su aprendizaje a un milagro divino y no a la dedicación que puso para aprender. Tal interpretación de las palabras "don" o "milagro", obedece a un esfuerzo sectario por vestir su organización con una santidad de la que carece.

Desde mi punto de vista, la situación del dios mormón es bastante cómoda, pues los adeptos le otorgan a éste el crédito de un supuesto milagro siendo ellos mismos quienes se dedicaron y esforzaron por obtener, sin una muestra sobre natural de intervención divina. De esa forma, hasta un ateo políglota le debería al dios mormón por el resultado de sus años de estudio de otros idiomas.

Don de Profecía, revelaciones, visiones:
Que enseña la iglesia sobre éste don, veamos:
"Quienes reciben revelaciones verdaderas acerca del pasado, el presente o el futuro tienen el don de profecía. Los profetas poseen ese don; sin embargo, nosotros también podemos tenerlo para que nos ayude a gobernar nuestra vida (véase 1 Corintios 14:39). Podemos recibir revelaciones de Dios concernientes a nuestra vida y a nuestros llamamientos, pero nunca con respecto a la Iglesia y a sus líderes. Es contrario al orden de los cielos que una persona reciba revelación a favor de una persona a quien no preside. Si realmente tenemos el don de profecía, no recibiremos ninguna revelación que no esté de acuerdo con lo que el Señor ha dicho en las Escrituras." [1]
Así se obtenía "revelación" en la secta
Entonces, para el mormonismo el tener este don significa que se pueden tener visiones y/o revelaciones de sucesos pasados, presentes y futuros, siempre y cuando no vayan en contra de los líderes o sus enseñanzas por muy descabelladas que éstas sean o lo erradas que estén, como que Isaac era polígamo (DyC 32:1) cuando es claramente sabido que solo se casó con Rebeca, o que necesitas aprender señas, apretones de manos secretos y símbolos para que los "ángeles centinelas " te dejen entrar al cielo. Sin embargo, para un lector del nuevo testamento, tal idea es inadmisible, pues nadie puede estar exento de la reprensión o la corrección cuando se entiende la naturaleza humana errática, algo que entendían los escritores neo-testamentarios al escribir sobre Pablo corrigiendo y reprendiendo a Pedro siendo éste la cabeza de la iglesia primitiva:

"Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar.
Porque antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, pues tenía miedo a los que eran de la circuncisión.
Y en su simulación consentían también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.
Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?" [2]
De haber tenido esto en mente cuando José y sus colegas empezaron a inventarse cosas como poligamia, poliandria, ritos masones, racismo, etc., tal vez la secta no tendría que ocultar tanto su historia, ni hubiese tenido que abolir ciertas prácticas y maquillar la conducta de sus líderes.

Don de Sanidades:
Al igual que cualquier otra congregación religiosa, el mormonismo intenta respaldar sus pretensiones de autoridad y poder con supuestos milagros de sanación, los que curiosamente no pueden ser analizados profundamente para sacar conclusiones más ajustadas a la realidad. Sin embargo, a pesar de que la secta mormona dice creer en este tipo de manifestaciones milagrosas, las mismas son tan escasas y se mantienen en un hermetismo total dentro de las paredes de la misma, que resulta imposible determinar su naturaleza.

No es común ver en las congregaciones mormonas una sanación del tipo Benny Hinn o Cash Luna, pues el mormonismo es mucho más cauto a la hora de hacer pública una "sanidad", ya que su interés no es atraer por medio de supuestos milagros que a la larga demuestran ser fraudulencias montadas por los clérigos para hacer crecer sus arcas. 


A la iglesia mormona no le interesa poner en tela de juicio su nombre con un milagro desenmascarado, por tal motivo, los supuestos milagros o sanaciones se hacen de puertas para adentro, asegurando estar emulando a Jesucristo en la resurrección de la hija de Jairo, donde solo permitió observar a sus padres y apóstoles más cercanos [3], pero tal presunción desconoce lo ampliamente publicitados que fueron sus milagros, como la resurrección de Lázaro, la alimentación de las multitudes, entre otros, donde Jesús no hizo el mínimo intento por esconderse: "Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni nada secreto que no haya de descubrirse."[4] La secta no puede atribuirse ningún milagro que haya sido analizado y definido como tal, las únicas fuentes en las que se apoyan sus pretensiones son sus propias historias y literatura sesgada.

En su afán por darle un aire de santidad a José Smith, la secta induce a creer historias de sanaciones milagrosas como la que tuvo lugar en un campamento de mormones en Illinois luego de ser expulsado de Misuri, donde varios miembros estaban enfermos de cólera. Extrañamente la historia fue escrita por Wilford Woodrof, cuarto profeta mormón, dejando el juicio de la veracidad de la historia en manos de una de las partes donde al supuesto portador del poder sanador se le reverenciaba como a un dios:

Bendición de Salud mormona
"El 22 de julio de 1839, por la mañana, [el profeta] se levantó pensando en la situación de los santos de Dios, en sus persecuciones y aflicciones, y elevó una oración de súplica al Señor; el poder de Dios vino sobre él con fuerza y, lo mismo que Jesús sanó a los enfermos en Su época, José, el Profeta de Dios, sanó a todos los que le rodeaban en esa ocasión; sanó a los que estaban en su casa y en su patio y luego, en compañía de Sidney Rigdon y varios de los Doce, fue a ver a los enfermos que estaban junto al río y, con voz potente y en nombre de Jesucristo, les mandó levantarse y sanar; y todos fueron sanados... Las palabras del Profeta no eran como las de un hombre, sino como la voz de Dios." [5]
En la actualidad los mormones suelen dar bendiciones de salud a los enfermos que consisten en colocar las manos sobre la cabeza y "por la autoridad del sacerdocio de Melquisedec" declaran bendiciones sobre estos. Sin embargo, la secta enseña que los enfermos deben someterse a tratamientos médicos para ser curados a pesar que reciban dicha bendición, lo que aunque me parece algo prudente por no inducir a los adeptos a rechazar medicinas indispensables para mejorar su salud, deja entrever que los líderes conocen y están conscientes de la naturaleza fraudulenta de sus presunciones de poder divino en las tales bendiciones de salud.

Curiosamente, en la actualidad no se ven tales manifestaciones milagrosas como las atribuidas a Smith dentro de la secta, a pesar de que la fe, los supuestos profetas y la supuesta autoridad siguen siendo las mismas.

Don de Interpretación de lenguas:

Para comprender mejor este don en el mormonismo leamos su definición:

"Este don lo recibimos algunas veces cuando no comprendemos un idioma y tenemos que recibir un mensaje importante de Dios. Por ejemplo, el presidente David O. McKay tenía un gran deseo de hablarle a los miembros de la Iglesia de Nueva Zelanda sin la ayuda de un intérprete. Él les dijo que esperaba que el Señor los bendijera para que pudieran comprender lo que iba a decirles y les habló en inglés. Su mensaje duró 40 minutos y, a medida que hablaba, podía ver por la expresión de muchos y por las lágrimas que corrían por los rostros, que estaban recibiendo su mensaje." [6]
Smith interpretó a Min como Dios  dando las señas del Sacerdocio
Entonces, por el deseo de David o. Mckay, Elohim hizo que los neozelandeses entendieran un idioma diferente al suyo, por lo que los milagros de su dios están circunscritos a los deseos de sus líderes y no a las necesidades reales de sus seguidores. 

Me pregunto, ¿Por qué Elohim no hace un milagro cuando los miembros están afrontando penas, enfermedades, hambres, desastres naturales, y los deja sufrir, pero cuando el "profeta" tiene el "deseo" de hablar sin un interprete, no hace esperar los milagros? Naturalmente, dicha historia de Mackay con los neozelandeses está sujeta a comprobación como casi todos, por no decir todos, los supuestos y mal llamados milagros del liderazgo mormón. 

Aparentemente el mormonismo podría estar creyendo en las mismas manifestaciones milagrosas del cristiano común, pero como pudimos observar a través de la realidad de la creencia de la secta, tal parecido no es más que un espejismo. 

Notas:

1 - Principios del Evangelio. Capítulo 22: Los dones del Espíritu

2 - Gálatas 2 : 11-14




6 - Principios del Evangelio. Capítulo 22: Los dones del Espíritu - Answers to Gospel Questions, tomo II, págs. 30–31

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