La Risa No es Pecado. Otra Mentira Sectaria Desmentida

En el mundo en que vivimos cada vez crece la necesidad de aligerar nuestras cargas emocionales, laborales, etc, y una buena terapia para eso es la risa. Sin embargo, muchas de las religiones (o sectas) "cristianas" del día hacen un esfuerzo sutil por disminuir este bello estado humano, que ha demostrado en demasía que es mayor el beneficio que nos trae que los perjuicios que pudiera ocasionarnos. A continuación una opinión sobre el tema.

De acuerdo con el Lic. Javier Martín Camacho, en su estudio: La risa y el humor en la antigüedad - 2003, existen en el Antiguo Testamento dos palabras para la palabra risa,
que probablemente se correspondan con sendas palabras hebreas, «sakhaq», que significa 'risa feliz', e «iaag», 'risa burlona'. En otras palabras, una se refiere a «reírse con alguien» y la otra a «reírse de alguien».

El Lic. Camacho reafirma su punto con el relato del Génesis 17, donde Dios promete un hijo a Abraham en su senilidad.

"También dijo Dios a Abraham: —Tu esposa Sarai ya no se llamará así. De ahora en adelante se llamará Sara. La bendeciré, y te daré un hijo por medio de ella. Sí, yo la bendeciré. Y será la madre de muchas naciones, y sus descendientes serán reyes de pueblos. Abraham se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y se rió, mientras pensaba: «¿Acaso un hombre de cien años puede ser padre? ¿Y acaso Sara va a tener un hijo a los noventa años?»".  --  Génesis 17:15-17

En este caso, la palabra utilizada para la risa es «iaag», de la cual se derivó el subsecuente nombre Isaac, con el que se llamaría al recién nacido. En Génesis 18 también puede encontrarse el uso de dicha palabra:

"Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había dejado de tener sus periodos de menstruación. Por eso Sara no pudo contener la risa, y pensó: «¿Cómo voy a tener ese gusto, ahora que mi esposo y yo somos tan viejos?». Pero el Señor dijo a Abraham: —¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que puede tener un hijo a pesar de su edad? ¿Hay acaso algo tan difícil que el Señor no pueda hacerlo? El año próximo volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo. Al escuchar esto, Sara tuvo miedo y quiso negar. Por eso dijo: —Yo no me estaba riendo. Pero el Señor le contestó: —Yo sé que te reíste." --  Génesis 18:11-15

Una vez el cristianismo tomó fuerza en el mundo occidental, siendo adoptado como religión del estado y con el subsecuente exterminio de cualquier otro credo, el mismo pasó a regular la concepción de lo que era malo o bueno en todos los niveles de la sociedad, usando como base los textos bíblicos y las interpretaciones de su jerarquía. Por tal motivo, el mundo pasó a ser un lugar en el que la risa era objeto de escarnio, y fue relegada a una simple sonrisa como manifestación de alegría sosa y carente de corazón. 

El origen de tal severidad probablemente se remonta al Antiguo Testamento, en él encontramos pasajes que relacionan la risa con la necedad:

El tonto se ríe a carcajadas; el sabio, cuando mucho, sonríe suavemente. -- Eclesiástico 21:20
Vale más oír reprensiones de sabios que alabanzas de necios. Las risas del necio se parecen al crujir de las zarzas en el fuego, y también son vana ilusión. -- Eclesiastés 7:5-6

Con tal censura a una expresión humana, el mundo se abstuvo de reír de manera espontanea, alegre y vivaz, por el concepto errado de estar ofendiendo a Dios. 

Algunas religiones y/o sectas cristianas, adoptando esta perspectiva, utilizan sus influencias entre sus feligreses para despojarlos de éste recurso de distensión humana y de buenos momentos de felicidad. Un clásico ejemplo lo encontramos en el mormonismo, secta que en uno de sus libros canónicos nos dice:

"Y si hacéis estas cosas con acción de gracias, con corazones y semblantes alegres, no con mucha risa, porque esto es pecado, sino con corazones felices y semblantes alegres," -- DyC 59:13

¿No tienen esa frase de "ser mormón en ser feliz"?, entonces ¿son felices serios?

Otro ejemplo del discurso mormón sobre el pecado de la risa lo tenemos en uno de los controvertidos discursos de Brigham Young, segundo presidente y profeta de la secta:

"...Nunca den paso a la risa vana. Pocas veces he reído en voz alta durante veinte o treinta años sin lamentarlo, siempre me sonrojo por aquellos que se ríen en voz alta y sin sentido.A menudo me lleno de gozo y alegría, y si yo diera paso a mis impulsos naturales en tales ocasiones, llevándome a la levedad irracional, sería una fuente de mortificación y pena para mí.
Me di cuenta de que los hermanos dieron paso a esa risa que elijo no escuchar.
Espero que acepten esta amonestación y verlos gobernar, controlar y subyugar sus pasiones.
Estoy convencido de que aquellas personas selladas que aplauden, silban, y hacen otras manifestaciones ruidosas y bulliciosas en los teatros, fuera de tiempo y lugar, tienen muy poco sentido, y no saber la diferencia entre una sonrisa feliz de satisfacción para animar el rostro de un amigo, o una mueca despectiva que trae las maldiciones del hombre sobre el hombre." -- Journal of Discurses vol 9, pág. 290

De esta forma, se despoja al ser humano de una buena fuente de mejora física y mental a través del engaño y de la presunción de estar pecando contra un ser invisible. 

Patch Adam, el doctor de la risa

Parece ser que el ser humano a medida que crece va perdiendo las ganas de reír, los niños de 7 a 10 años se ríen alrededor de 300 veces al día, mientras que los adultos que todavía ríen lo hacen menos de 80 veces diarias, y he conocido gente que al parecer no se ríe nunca, lo que podría ser consecuencia de los afanes de la adultez, y si a dichos afanes le adicionamos creencias irracionales, como que reír es pecado, cada vez vamos a sumergirnos más en un estado generalizado de lo que yo llamaría una "seriedad infundada".

¿Por que debemos reír más y dejar de creer en el absurdo de que es una ofensa hacia un ser invisible?

Estudios realizados desde los años 1980 por el psiconeuroinmunólogo Lee S. Berk y colaboradores demostraron a lo largo de los años varios efectos positivos de la risa:

• Algunos indicadores relacionados con el estrés disminuían durante los episodios de risa, relacionados con la disminución de los niveles de epinefrina y cortisona.
• La risa incrementaba la producción de anticuerpos y la activación de células protectoras como los linfocitos o los linfocitos T citotóxicos, que producen la inmunidad celular, importante para evitar la formación de tumores.
• Las carcajadas o risas alegres y repetitivas mejoraban el estado de humor, reducían los niveles de colesterol en sangre y regulaban la presión sanguínea.
• Más recientemente (2010), Berk ha descubierto una relación entre la risa y el apetito, de tal modo que la risa aumenta el apetito de modo análogo a como lo hace el ejercicio físico moderado. Según estos estudios, simultáneamente se produce una reducción del nivel de leptina y un aumento del de grelina en la sangre.

También se han atribuido otros beneficios al optimismo y al acto de reír, tales como:

• Libera del temor y la angustia.
• Contribuye a aplacar la ira.
• Contribuye a un cambio de actitud mental que favorece la disminución de enfermedades.
• Favorece la digestión al aumentar las contracciones de todos los músculos abdominales.
• Facilita la evacuación debido al “masaje” que produce sobre las vísceras.
• Aumenta el ritmo cardíaco y el pulso y, al estimular la liberación de las hormonas “endorfinas”, permite que éstas cumplan una de sus importantes funciones, como es la de mantener la elasticidad de las arterias coronarias.
• Disminuye la presencia del colesterol en la sangre pues equivale a un ejercicio aeróbico.
• Ayuda a reducir la glucosa en sangre.

Como vemos, son muchas las ventajas que nos trae un simple acto que no nos cuesta nada, y que contrario a ser ofensivo para algún ser invisible que vive en quien sabe que lugar de la imaginación, es una de las pocas formas que tiene el ser humano de demostrar su humanidad. 

Los mercaderes de la fe, en su intento de extender sus hilos dominantes sobre la gente, utilizan cualquier medio para influir de forma negativa pero sigilosa entre ellos, trayendo una falsa felicidad, que analizada objetivamente, no es más que una esperanza infundada y una quimera aceptada como verdad irrefutable en la mente adepta.

Recuerda: No es pecado reírse, pecado es no hacerlo.